31 de marzo
Lun 02 abril, 2018 - Diego Montanari
Valparaíso nunca deja de sorprender, y es que su infraestructura y extensos cerros siempre albergan territorios abandonados, que lujosamente en su vacío proyectan una posibilidad de sueño para futuras tocatas. Un sinfín de oportunidades que pueden ser esenciales para promover la música de la región, y así mismo empezar la creación de un nuevo movimiento musical dentro de la zona.
Sitio Eriazo era un lugar que tal vez más de alguna persona observó desde la acera externa, cuestionándose la utilidad de este anfiteatro innato en su imagen. Pues sin pensarla dos veces, y con la necesidad de recaudar fondos para la grabación de sus próximos singles, Maleza decidió otorgarnos una velada de música experimental en este lugar, en donde tuvieron a los recientes participantes de Lollapalooza, Solución Violeta, como invitados de honor.
La jornada comenzó pasado las 5:30, mientras los chicos de Solución Violeta alistaban sus equipos, mientras una cantidad de 20 personas empezó a llenar de a poco las tarimas superiores ubicadas en los alrededores del espacio. La agrupación porteña venía con la intención de disfrutar y apoyar la esforzada causa de los anfitriones, y para eso la preocupación del sonido o de los detalles no fue una barrera para la exposición de los temas de su material debut, “Casa Yori”, con el cual dejaron buenas impresiones en los medios musicales después de sus presentaciones en Rockódromo y Lollapalooza hace unas semanas atrás. ‘Toda la gente se Marchitara’ dio comienzo al onírico y psicodélico sonido del grupo, deslumbrando por los sintetizadores y efectos de guitarra con los cuales daban vida al viaje sonoro de sus temas.
A pesar de algunos problemas técnicos, pudo surgir una gran presentación que más que ser regular, fue notable y precisa. En esta ocasión destaco un orden diferente al del tracklist original, jugando con los temas largos al inicio y el resto de canciones como ‘El Club de las Cabezas Blancas’ y ‘Peces Amarillos’ siendo la estructura del final de su show. Por algunas interferencias de los instrumentos y los parlantes, su concierto tuvo que finalizar antes, pero sin dejar indiferente a ninguna de las ya 40 personas que estaban presenciando la energía de la banda.
Maleza, con sus músicos de acompañamiento y su simpatía, se insertaron como los protagonistas de esta fecha, atacando con una mezcla de psicodelia y jazz latino impredecible, contando con la extensa habilidad y talento de sus integrantes en los instrumentos, haciendo turnos en la mayoría de las canciones, en donde Patricio Guzmán (guitarra) intercambiaba con el bajo de Daniel Cordovez(bajista), para crear diferentes ambientes y composiciones diversas en su espectro, o secciones en donde Sofía Cáceres(batería) se apoderaba de la percusión y el micrófono para cantar. Una mezcla de percusiones sacadas de los más profundo del caribe, un saxofón que agregó notas bohemias a la formula, y Sofía tocando la batería con una precisión detallista y calmada, surfeando con la intensidad y osada estructura de sus canciones.
La banda tuvo un espacio interactivo con el público, en donde más que ver caras desconocidas, conocieron y crearon diálogos divertidos con sus invitados de Solución, como también con los oyentes. Retomando lo musical, realmente lo genial de su propuesta es la diversidad de su sonido, esa primera impresión de mostrar una alineación inicial en sus respectivos lugares, y que de un pestañeo todo este desordenado a como lo viste en primera instancia, crea una sensación de querer ver más.
La comunidad fue lo que más destacó acá, tener un sitio como el de Eriazo conlleva la responsabilidad de tener que llevar implementos propios, diferentes alargadores y mucha disposición para hacer funcionar el evento con normalidad y fluidez. La organización y el desempeño fueron fundamentales, y todo eso se vio de manera clara en este encuentro que buscaba un momento de cercanía y buena música independiente. En una ciudad que de colores musicales vive, pero en donde el apoyo se ve opacado por los recursos y salarios de los locales y bares, la autogestión se está volviendo una obligación con buenos frutos, y que hoy más que nunca hay que apoyar. Maleza y Solución Violeta dieron un paso más al saber de la disponibilidad del terreno, ¿Por qué no todas las bandas lo hacen? Esta es una señal para que la energía juvenil y emergente tenga por fin un espacio que sea masivo a su manera.
Pablo Rebolledo Bañados.
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