El escenario es sencillo y hasta estresante, estás en la oficina con tu corredor o corredora hasta el cuello con deudas de hipotecas y con nada de presupuesto. Tu acompañante o roomie desarrolla un nivel de convencimiento con tal de poder pagar este enorme lio, mientras en tu cabeza el fracaso, el cansamiento y el desgaste atraviesan tu mente, atrapándote en lo más profundo. Te devuelves, lo que imaginaste no era verdad, y realmente nunca te fuiste de esta situación agotadora, al contrario, tratabas evadirla.
¿Cómo es posible crear una excelente obra con una premisa de base tan sencilla? El espectador queda totalmente desconcertado cuando esta producción promocionada como una de las películas más complejas, espectaculares y maestras de este año (ya la ponen de todos los tiempos) tiene su origen en una situación que a todes nos identifica.
“Todo, en todas partes, al mismo tiempo” tiene el lujo de ser de verdad un film del cual podrías describir maravillas incansablemente, donde encuentras piezas de un rompecabezas que parece tener un sentido donde lo experimental logra adaptarse para algo masivo. Son muy pocas las películas que pueden presentar una teoría, sin aburrir, simplemente tomando el absurdo como una vértebra, y exponiendo cuestionamientos, filosofía y momentos de acción frenética de manera ridículamente continua.
Las actuaciones son todas sublimes y carismáticas, ese rasgo proporciona que todo lo que ocurre en sus diferentes etapas, muestre de las escenas de acción y artes marciales más novedosas de esta década, con toques tecnológicos revolucionarios y un entendimiento caricaturesco- pero no menos impactante- de la velocidad. Esto en minutos, horas, segundos, nada para, todo simplemente comienza a suceder, y las vías o argumentos con las cuales empieza a desarrollarse a esta historia enriquecen por su amor al guion.
Si lo puedes pensar detenidamente, esto que podría considerarse una historia más de multiversos- con franquicias de superhéroes- termina siendo una lluvia de ideas creativa y a veces con el menor sentido posibles en sus recreaciones o composiciones visuales. Es una juguera que no entorpece para nada las transiciones, diálogos, escenas y conclusiones, al contrario, quieren superarse en estimulo y debate cada vez que avanza, donde podríamos decir que tenemos la charla más emocionante e importante, en total silencio. Esto lo escribo a grandes rasgos, porque momentos de reflexión, análisis maratónico y deleite visual obtendrás por dos horas sin pedir permiso, y creando una experiencia alucinante.
Sin nada más que decir, es obligatorio para la conversación cinematográfica el ver esta película durante el año, y tratar de describir una y otra vez las sensaciones vividas, porque claramente hasta ahora se sigue pensando que acá existe un antes y después. Y la verdad puede ser que sí, A24 producciones se anota otra producción de calidad, esta vez coqueteando con el mainstream con temáticas recurrentes en película taquilleras de Hollywood, pero cambiando todo el esquema y estructura, y por fin darle espacio a visiones más originales, atrevidas y desafiantes para nuevas mentes o creativos, y así comenzar un ciclo interesante de avances y propuesta.
Por Pablo Rebolledo Bañados