Desde 2012 ha habido hitos musicales chilenos los cuales han permitido ver la música o el rock bajo una lupa mucho más urgente y necesaria. En el post hardcore, el nacimiento de Tenemos Explosivos ha traído consigo una discografía potente que ha podido desangrar los sentimientos más oscuros de la dictadura y llevarlos a un plano actual.
“Cortacalles” es su nuevo disco después de 5 años, el cual potencia más la lírica familiar, donde los casos son muchos más ligados a nuestro país, esto en un contexto donde Chile se acerca a un proceso constitucional importante.
Para hablar de más temáticas como estás, tuvimos la oportunidad de conversar con Eduardo Pavez y Juan José Sanchez, vocalista y guitarrista, respecto al proceso musical de este nuevo capítulo en la banda, y del actual escenario político social de nuestro país.
1.¿Cómo ven desde hoy la trayectoria de la banda desde Bolchevique Estudios y Bob Wenston (2011) hasta este último álbum, Cortacalles, con Pancho Arenas en Estudios del sur diez años después?
Lo vemos como un viaje muy natural. Todo ha ocurrido en los momentos en que hemos sentido debía ir sucediendo. El mayor cambio en Cortacalles fue grabar el disco en vivo: en los otros discos grabamos todo por partes, pero aquí todos los temas son mezclas de las tomas en vivo en Estudios del Sur. Ese espíritu de capturar en vivo hizo que incluso los temas en piano y voz que fueron grabadas en Canadá fueron hechos en vivo. Buscamos principalmente rescatar esa energía del sonido en vivo que hemos trabajado durante años, y esperamos se haya transmitido en el disco.
2.Durante la hora de duración del álbum, la banda ofrece en sus 20 canciones una nueva gama de influencias, desde la cueca, hasta algunos cortes que recuerdan al metal alternativo ¿cómo fue el proceso de incorporar estos elementos a tenemos explosivos?
Es un proceso que llevamos tiempo trabajando. Esa investigación y mezcla de ideas nos obligó a buscar un productor para poder solucionar diferencias internas de composición. Volvimos a trabajar con César porque él nos conoce y sabe cómo pensamos las canciones, cómo llegamos a soluciones, y tiene la perspectiva suficiente para ofrecernos alternativas que puedan estar en nuestros puntos ciegos. El trabajo de incorporación de todos los elementos ocurrió gracias a una larga preproducción, donde cada uno trajo lo que deseba incoportar al disco, y fuimos probando maneras de integrarlo, hasta que llegamos a las veinte canciones que integran Cortacalles.
3. ¿Cuál es la relación de los distintos integrantes con la cueca y los sonidos que vienen más del folclor chileno que se integraron a la música?
Directamente con la cueca, me parece que René es quien tiene más cercanía, porque aprendió a tocar guitarra sacando cuecas. De todos modos, la sonoridad folclórica tiene menos que ver con género específico y más con una vuelta a las raíces, a lo que sonaba en nuestras casas, a la música que crecimos escuchando. Yo (Eduardo) tengo toda mi infancia cruzada por mi madre cantando Violeta Parra mientras hacía aseo. El proceso de incorporar estos elementos es una consecuencia del proceso de incorporarnos a nosotros mismos en los sonidos.
4. Matías Acuña deja la Banda y se une a Matías Gray, ¿qué tal se dio la dinámica al momento de encontrarse en la sala de ensayo?
Juan José: Ha sido muy fluído y ha avanzado más rápido de lo que esperábamos. Es obvio que siempre hay un período de adaptación a tocar con alguien nuevo, pero este período ha sido especialmente corto. Eso también gracias a que Matías conocía y sabía tocar las canciones desde antes, por lo que muchos de los temas estaban resueltos incluso antes de comenzar los ensayos.
6. La memoria histórica es una temática recurrente a lo largo de su discografía, ¿cómo pesa, llevar esa porfía militante, esa cantinela, en la vida de la banda?
Como bien dices, la memoria histórica es el tema central de la banda, y lo ha sido desde un comienzo. Es la regla del juego: trabajar desde el rescate de la memoria de los caídos, la narración de los que se quedan, las historias contadas por sus testigos. Nunca es una memoria de quien sufre directamente, sino de quienes se quedan a sobrevivir las consecuencias del horror. Es un trabajo intenso y desgastante porque son temas fuertes y requieren ser tratados con cariño y respeto. Durante los trece años que llevamos tocando, el seguir cantando la misma cantinela nos ha obligado a trabajar el discurso y la idea desde diferentes veredas, cosa que el tema central no se sienta como el mismo disco todo el tiempo. Pero esa búsqueda sucede orgánicamente: el interés que se genera por tal figura o tal momento obliga a contar diferentes canciones… y eso cambia con el tiempo. Los discos son un espejo de ese interés.
7. ¿Cómo evalúan la situación política del país, desde lo acontecido en octubre de 2019 hasta el actual desarrollo de la convención constitucional?
Lo evaluamos como algo positivo y como la (al fin) posibilidad real de terminar con la postdictdura que la centroderecha y ultraderecha administraron mediante la radical profundización del modelo neoliberal instalado en dictadura. Chile continúa secuestrado por las élites, pero al menos ese secuestro se ha vuelto evidente y quedó demostrado que es la masa quien cambia el destino del país.
8. ¿Cómo se sienten para el debut de esta nueva combinación el 16 de julio en Concepción?
Bien. Tendremos un par de ensayos con la banda completa antes de ir a tocar, así que esperamos nos reciban con el cariño con que viajamos.
9. ¿Qué podemos esperar para el futuro de la banda?
Ojalá supiera la respuesta. Tenemos Explosivos es un proyecto que funciona en un presente completamente irreductible. Tenemos ideas y planes, pero las condiciones de juego son tan adversas, que todo lo vamos calibrando según avanzamos. Por ahora, queremos tocar los shows en vivo, defender Cortacalles, y ver cómo nos sentimos tocando en esta nueva configuración. Eso nos dibujará las posibilidades de lo que se viene. Vamos adelante con una sonrisa. El futuro puede ser un lugar hermoso.
Pablo Rebolledo Bañados y Benjamín Toloza Vera