Un análisis del disco Provincetown de Man on man

La confidencialidad y el oscuro humor de una pareja es lo que sostiene este musculoso nuevo álbum de Man On Man. Se trata de Roddy Buttom y Joey Holman, dos músicos de vasta trayectoria (Bottum ha sido el tecladista de Faith No More por muchos años) y que ya hace un tiempo son pareja sentimental y aprovechan su tribuna para defender los derechos pro gay. Para muchos, hoy el mejor “queer rock duo” de la oferta alternativa del momento. Es que la pandemia, que para la mayoría fue un momento de encierro y cuestionamientos, para la dupla MAN ON MAN significó trabajar en un cerro de ideas y canciones que terminarían por convertirse en “Provincetown”.

El disco arranca con “Take It From Me”, un corte new wave oscuro cargado de discurso homosexual irónico. “Showgirls”, como si se tratara de un track perdido de The Cars, apuesta a conjugar una producción sucia y una melodía boba sin prejuicios. Se mezclan guiños industriales, atmósferas shoegazers y un pop ingenuo que a ratos es simple receta indie rock. “Kids” (que recuerda a los mejores Folk Implosion), “Haute Couture” o “Gloryhole” son aciertos que hacen de este álbum, un candidato a los listados de fin de año. El cierre es inesperado y en él participa J Mascis de Dinosaur Jr. Una melodía depresiva e irrebatible (de nombre “Hush”) que corona un disco sencillo pero consistente.

Fernando Mujica m. (@fermujicam)