The Cure: Explorando la Travesía Musical entre la Oscuridad y el Amor

Si, es una mega banda de adultos, pero tiene un sonido brillante, la voz de Robert Smith -donde convive la oscuridad y el amor- y éxitos como Boys don´t Cry, Forest, Lullaby o Pictures of You. Hoy leeremos y escucharemos la opinión de diversos   periodistas, músicos y locutores sobre la banda británica. 

Para Fernanda Hein, periodista en Rockaxis, The Cure es algo más que una banda: 

“Sin duda alguna The Cure es una de las bandas más influyentes e icónicas en la historia del rock alternativo. La huella que ha dejado Robert Smith y los suyos ha sido bastante profunda, sobre todo por su capacidad de expresar emociones complejas y melancólicas con letras y melodías que han sido fundamentales en su trayectoria. Ambos factores han permitido que la banda goce de una carrera abundante en álbumes que han sido trascendentales y han logrado cautivar audiencias de todo el mundo y de todas las edades. Finalmente, The Cure ha resonado con innumerables personas y ha sido inspiración para varias generaciones de artistas, algo que claramente perdurará en el tiempo”.

Para que esta historia tenga una lógica, tenemos que empezar desde el principio. En sus años universitarios cuando Robert Smith estudiaba literatura, él y Lol Tolhurst (tecladista de The Cure) paseaban por un oscuro y solitario pueblo como Crawley, hasta que estilo punk llegó a casa y pudieron ver en todo su esplendor como The Jam, The Clash o The Stranglers, algo que tendría una influencia notoria en Three Imaginary Boys (1979), pero con ambientes musicales tenebrosos, misteriosos y románticos de Robert Smith. 

En el disco siguiente Seventeen Seconds (1980) se notan sonidos cercanos al postpunk. Y de repente todo cambia con Pornograpy (1982), que es un disco directo, oscuro y con los riffs de guitarras y baterías marcadas. Con respecto a esa época Rolando Ramos, periodista de medios y gestor de contenidos digitales, opina:

En la era de The Top (1984), la banda jugueteaba en canciones como Dressing up o The Caterpillar, con sonidos más pop, pero sin salirse de su lado oscuro, y con una clara influencia de Siouxsie and the Banshees. The Head on the door (1985), es el momento en que logran el equilibrio entre lo oscuro, gótico y pop, donde salen clásicos como Close to Me o Inbetween Days, canciones que marcaron a la juventud chilena de los años ochenta.

Carlos Vandal, vocalista de la banda chilenos Amönicohabla acerca de los sentimientos que generó la banda británica:

¿Qué pensaste cuando los escuchaste por primera vez?
La primera vez que escuche The Cure era bastante pequeño, tendría unos 10 años y recuerdo haber escuchado Just like heaven en la radio, y si bien me gustaron no fue hasta entrar a enseñanza media que les puse más atención y me volaron la cabeza. El estilo de música, la voz de Robert me hizo de cierta forma despertar de un letargo

musical. En esa época estaba totalmente en otra, escuchando Los Prisioneros, La Ley y Depeche Mode, pero todo cambió cuando entró The Cure a mi vida, me conseguí los discos, compré los que pude y traté de tener toda su discografía en tiempos en que no existía internet, fue difícil, pero fue muy divertida la cacería de sus discos.


¿Cuál es punto más alto en la carrera de The Cure?
Creo que la era entre 1985 a 1992 fue grandiosa, con sus discos The head on the door, Kiss me, kiss me, kiss me, Disintegration y Wish. Aunque creo que esta última gira ha sido también bastante exitosa, según las últimas noticias han generado más ingresos que cualquier gira anterior, aun considerando que todavía no sale su tan anunciado último disco.


¿Cuál es el disco de The Cure que más te influyó para empezar tu carrera musical?

La verdad es que fueron varios, pero los que más influenciaron nuestra carrera fueron Kiss me, kiss me, kiss me y Disintegration. Sus letras fueron lo que más me llegaron en ese tiempo de adolescente. Recuerdo que me iba muy bien en inglés en el colegio y me gustaba traducir las letras de las canciones, letras de canciones como To the sky, Torture, Untitled, Disintegration o Prayers for rain fueron una catapulta a un deseo de convertirme en músico¨.

 En 1987 The Cure toma una decisión riesgosa y lanza un disco doble: Kiss me, Kiss me, Kiss me, donde mezcló rock alternativo, pop electrónico, rock gótico, de la que salen canciones imborrables como Why Can´t by you, Just Like Heaven, The Perfect Girl. Aunque para otros comunicadores como Alfredro Lewin, periodista y locutor de la radio Sonarfm, ese álbum no es el momento más alto de su carrera.

Tras el éxito anterior vinieron fuertes discusiones, en medio de la gira de Kiss me Kiss me Kiss me y en medio de la grabación de Desintegration, que terminaron con la salida de The Cure del tecladista Lol Tolhurst por Roger O’Donnell. Un hecho esperado, pero Roberth Smith siguió adelante con la grabación de Desintegration (1989), álbum lleno de grandes canciones como Pictures of You, Lovesong o Lullaby. El tiempo le dio la razón a la banda, y hasta la fecha de hoy el disco ha vendido más de 3 millones de copias en todo el mundo.

Con tanta fama la banda se volvió un poco más abierta a todo tipo concesiones, un ejemplo de ello es la presentación unplugged de MTV en 1991. Sumado a esto se fueron la mitad de los integrantes y Robert Smith tuvo el espacio suficiente para plasmar sus ideas en Wish (1992), una mezcla de shoegaze y rock pop, que nos brindó canciones bien contrapuestas como Friday I´m Love o End. Pero muchas personas de la nueva generación del ambiente musical crecieron con este The Cure. Sin desmerecer a los británicos, la cantante y compositora chilena Dead Christine tiene una opinión algo distinta: 

¨Creo que entre Disintegration y Wish es cuando se consolida la carrera de The Cure, sus singles más escuchados forman parte de ese momento de su carrera. No me siento particularmente influenciada por The Cure, si bien la oscuridad es temática constante y sonoridad base lo que los consolida fue su estilo happy-sad, y yo me considero de la rama del sad-sad o angry-sad. Me encanto saber que Robert había sido guitarrista de Siouxsie and The Banshees, banda amada para mí. Mis favoritos de The Cure serían el Pornography por su onda etérea, pesadillística y sensual…y el Disintegration porque están mis temas favoritos como “Fascination Street”.

Tras lanzar los discos en vivo Paris y Show en 1993, todo se desmoronaba para una banda que solo conocía el éxito. Tras encerrarse por un par de años, reaparecen en el año 1996 para lanzar Wild Mood Swings, un disco demasiado pop y con las letras más simples que haya escrito Robert Smith, en donde solo se destaca la canción Mint Car, que luego pasaría al olvido.

 Bloodflowers (2000) es sin duda un álbum más moderno pero que no suena a The Cure. Un trabajo parecido al rock alternativo que por momentos hace acercamientos con la electrónica. Las canciones destacadas del álbum son The Last Day of the summer y Maybe Someday. Pero los que nacieron en ese período extraño de la banda, los ven como referentes. Así lo entiende la cantante y compositora chilena Alondra Noctvrna desde Valparaíso:

«Yo los conocía como los grandes exponentes de la música oscura y la primera vez que me senté a escucharlos me sorprendió la variedad sonora manteniendo ese romance melancólico, pero no tan oscura como me imaginaba según mis referentes de los 2000. Siento que ese sonido impulsado por The Cure lo escucho hoy en día en géneros como el indie rock o el dreampop. Es interesante pensar en lo que fueron para su época y ver otrxs artistas nuevos como Arca, que sonoramente no comparte nada con The Cure pero también representan lo oscuro de una forma completamente nueva.»

Por Diego Montanari Legassa

Fotos: Getty Images