“¿Él también te hace eso?”, era una pregunta constante entre las jóvenes mujeres pertenecientes a la gimnasia estadounidense bajo el alero de la organización USA gymnastics. Un secreto a voces que se compartía a puertas cerradas en un complejo deportivo, y que se mantenía detrás de escenas.

Todo inició con un mail que llegó al periódico Indy Star, de Indianapolis, en el que se mencionaban episodios de abuso sexual por parte un entrenador. La ex gimnasta Rachael Denhollander vio la noticia en televisión y le envió un mail al diario sobre el propio abuso que vivió ella cuando era adolescente. No obstante, el victimario no era aquel entrenador sino el médico de la institución, Larry Nassar.

Tras recibir este mail de Denhollander, el equipo periodístico dio pie a una investigación descubriendo que Nassar tenía denuncias desde 1997. Y en 2015 había sido archivada una nueva, sin embargo, nada sucedió porque estas no estaban firmadas por la víctima, los padres o tutor. Y, además, no habían llegado a la policía: USA Gymnastic se encargaba de estas situaciones. Aquella nueva denuncia en 2015 pertenecía a la Atleta A, que finalmente logramos conocer era el seudónimo que le habían puesto a Maggie Nichols, parte del equipo élite en representación de Estados Unidos desde el 2013 al 2016, pero que practica desde los 3 años. Aunque es también quien se salió de la gimnasia élite y se decidió por hacer lo suyo en la gimnasia universitaria, ganando hasta el día de hoy. Aunque hay mucho más de su historia. Nichols no estuvo presente durante el juicio de Nassar, pero está presente en este documental compartiendo su vida.

El contexto de Maggie es propio de ella, y a la vez es similar al de los 70’s, cuando Nadia Comaneci, una niña rumana logró el primer 10 en los juegos olímpicos de 1976 con solo 14 años. Esa parte es la buena, la conocida. La otra conlleva golpes, humillaciones y desórdenes alimenticios. Se desconocen abusos sexuales. Comaneci no solo marca un gran logro para su país, sino que además marca el inicio de las menores en la gimnasia, antes solo eran mayores de edad en sus treintas. Esto llevó a un mejor manejo mediante la manipulación.

Así, viajamos a través de otras décadas, y de las historias de las mujeres que dieron su vida por la gimnasia cumpliendo con todo lo que debían y todo lo que les pedían. Que ya mayor fueron oídas y ayudadas. Varias de ellas relatan abusos que coinciden sin siquiera conocerse, a manos del mismo hombre. En estos episodios, Larry Nassar, se aprovechaba de su profesión y su manejo de vocabulario anatómico, realizando procedimientos como penetración vaginal o anal sin guantes, tocaciones en las mamas, entre otras. Todo ello, para lesiones lumbares o distensión corporal. Durante entrevistas policiales, es posible creer su conocimiento y el procedimiento, pero no cómo era necesario para sus tratamientos.

A través de esta cronología vemos cómo, mediante el periodismo y la voluntad de muchas mujeres se logra destapar una red de abusos no solo por parte de Nassar sino que también de un espacio tan común como lo es un establecimiento deportivo nacional y a personas tan inocentes como lo son niñas.

Mientras en 2017 el juicio del médico Larry Nassar fue ampliamente cubierto por los medios, y la gran mayoría de aquellas mujeres se hizo presente para dar su testimonio, encararlo y verlo tras las rejas, este 2020 repasamos aquel juicio y a la vez, se desencubre la poca importancia que la gimnasia USA le tiene a sus competidoras por conseguir resultados y dinero. Por conseguir lo que ellos quieren, sin importar lo que tome, o a quien.

Por Valentina Armijo