Contraluz

Pedro Aznar

Mar 17 mayo, 2016 - Diego Montanari
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Desde el etéreo Ahora editado hace 4 años, Pedro Aznar ha lanzado los discos en vivo A solas con el mundo, Mil noches y un instante y el homenaje a Luis Alberto Spinetta llamado Puentes amarillos: Aznar celebra la música de Spinetta, que fueron momentos musicales en donde no sale de su zona de confort solo por el hecho de disfrutar el momento.

Aznar vuelve este año al riesgo musical con Contraluz, un disco producido por él y Ariel Lavigna que fue grabado en Roamaphonic y Marina Sound en Buenos Aires, donde se pasea sin problemas por el pop, el rock y los ritmos latinoamericanos, de una manera equilibrada como en su momento fueron los álbumes David y Goliath o Mudras. La guitarra eléctrica de Coqui Rodríguez, le da un fondo agresivo y medio metalero a Sol de California, una canción que habla de las rarezas de la vida de una manera más intelectual. Como un León, el primer single del disco, se nutre de una base de cuerdas, y una base electrónica, para hablar de una persona que debe actuar en vez de pensar tanto. Refugio, es una canción de esperanza humana, que siguen un ritmo acelerado muy años setenta.

El primer respiro corresponde a la Última Pieza, que es un bolero sentido en el que el argentino canta acerca de la despedida del amor, acompañado por la cubana Omara Portuondo. Contraluz es una canción pop de muy George Harrison, donde habla de que para conseguir esto de se debe dejar fluir los sentimientos. La Tríada es un ritmo medio bolero-tango en donde se habla de sentimientos intensos viaja su tren, viaja su tren. La ranchera Por la vuelta, es la primera incursión de el argentino en los ritmos mexicanos, que habla de lo fugaz que es la juventud y lo necesario que es aprovechar cada momento de la vida.

 

 

El ritmo afroperuano adorna una especie de manifiesto de lo autodestructivos que somos los humanos llamado Caballo de Fuego, en donde Aznar nos recuerda esto diciendo “La evolución se podrá acelerar qué precio estamos dispuestos a pagar”. Domingo de Verano es una balada acústica llena de la poesía contemplativa de Pedro Aznar que nos recuerda Amor de Juventud. Silos y Máquinas, la guía unas guitarra zigzagueante, el bajo marcado, la base orquestal y letras que nos llevan a recordar lo fugaz que es la vida en un inmenso universo. Madrigal es un ritmo calmo, casi como una canción de cuna medieval, donde se refiere a la belleza humana y el amor.

Long Way Home, es un giro electro-pop bien justificado, que habla de la necesidad humana de encontrar los orígenes cuando se acerca el final de la vida. La Pregunta empieza a cerrar Contraluz, en un juego del piano de Tomás Feres con una guitarra limpia mientras Aznar lanza dudas al aire incesantemente. Este nuevo trabajo es bastante fresco, de ritmos diversos que le dan fluidez y lo hacen digerible a quien lo escucha. Pedro Aznar nos sorprende nuevamente con una producción con pocos ripios, fiel al sonido que ha entregado por más tres décadas de carrera.

 

Por Diego Montanari

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