Candlebox
Mar 26 abril, 2016 - Diego Montanari
Candlebox es esa banda que aparece en la década de los 90s con hits como “Far Behind”, “You” o “Cover Me” dentro del fenómeno grunge en la cumbre de la popularidad. Con el pasar del tiempo el grupo pasa por diferentes etapas musicales desde la modificación de integrantes como grupo hasta el encuentro de un sonido propio. En la búsqueda musical el esfuerzo e interés son primordiales para lograr conformidad con el mensaje que uno quiere transmitir, y tratar de no caer en lo redundante de la música, sea comercial o artificial.
En su disco anterior “Love Stories & Other Musings” la madurez musical se presencia con un rock moderno de calidad llevado tras un proceso en donde se trato de no forzar la naturaleza, sino de componer con la mayor fluidez y comodidad posible. “Dissapearing in Airports” es el último trabajo del grupo, y con el buen recibimiento de su anterior proeza dejarán claro lo mucho que han avanzado como músicos. Constando con nuevos integrantes como Dave Krusen (Ex Pearl Jam) en la batería, Adam Kury en el bajo, Sean Hennesy en la guitarra y la inigualable voz de Kevin Martin como alma original, ellos se encargarán de entregar este álbum con variados ritmos. Esta es nuestra opinión al respecto.
El cantante aclaró en una entrevista para la página Loudwire que el proceso de la lírica lo empieza a penas la música está compuesta, siendo que se le hace más fácil escribir y sentir la letra con un ritmo ya establecido, que antes de este. Una técnica que él asegura sirve para transmitir correctamente el mensaje que quiere entregar. Sus canciones tienen un mensaje claro con la actualidad criticando el uso de armas y del abuso de la tecnología en nuestras vidas siendo un factor obstaculizador en nuestro día a día. Siempre es bueno destacar los estilos predominantes. Obviamente uno piensa directamente que el hard rock es el único acá, pero el líder también afinó detalles yendo a la rama del R&B clásico aclarando que ese estilo influenció en la producción, trayendo las vibras de este al menos.
Instrumentalmente se logra una maravilla con guitarras, variando con temples de suavidad y pesadez, en casos mostrando un rock bien hecho y en otras creando baladas con actitud. Los solos de guitarra hacen una parte importante transmitiendo la emoción e inspiración en el transcurso. “Alive at Last” es un gran ejemplo de aquello. Los riffs en “The Bridge”, “I´ve Got a Gun” y “Gods Gift” tienen la receta de las raíces noventeras de la banda innovando con composiciones modernas que logran aprobar en la ejecución correctamente. La experiencia percusionista de Krusen logra mostrar potencia en la canción “Vexatious” en donde se luce con los redobles y explotando en los momentos necesarios. La voz de Martin logra suavizar mostrando mejoras vocales sea en los gritos, altos o estrofas, eso en comparación a los primeros discos, en donde los raspados eran la gran atracción.
En general el disco logra su cometido de manera impecable mostrando material que suena fresco. Muchas bandas grunge se han quedado pegadas en un estilo y forma, así careciendo de innovación. Candlebox ha logrado mostrar una mejora sonora notable. Acá se querría encontrar algo que a todos los integrantes se les acomodará. Y funcionó a la medida. Los desafíos son pasos. Estos pasos marcaron su camino. Se ve mucho potencial por delante.
Pablo Rebolledo Bañados
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