El Capital Humano. Cuando las apariencias si importan

La película de Paolo Virzì nos entrega un drama lleno de ambiciones y secretos

Vie 19 febrero, 2016 - Diego Montanari
Etiquetas: El Capital Humano Fabrizio Bentivoglio Fabrizio Gifuni Paolo Virzì Valeria Bruni Tedeschi

 

 

¿Qué espera de mí la sociedad?¿ Qué tengo que hacer para mantener la imagen y el status frente a los demás? Son las dos preguntas que cruzan de manera constante toda la trama de la película dirigida por Paolo Virzì.

Para hacer ésta especie de crítica a los valores de la sociedad moderna, nos lleva a una ciudad al norte de Italia en donde se muestran las diferencias monetarias de dos familias. Una de ellas es la de Dino (Fabrizio Bentivoglio), un hombre sin mucho capital, que es un poco arribista y que a toda costa quiere mejorar su posición social. Su hija Serena es amiga de Massimiliano, el hijo de un millonario y especulador financiero de la zona llamado Giovanni Bernaschi (Fabrizio Gifuni), un hombre frío, calculador y clasista.

Dino juega al tenis con Bernaschi y decide invertir todo su dinero en el negocio de este reconocido hombre, pero la crisis económica cambiará sus planes. Por otro lado está Carla, la mujer de Giovanni, una mujer sin ambiciones que se dedica a comprar compulsivamente para acallar el aburrimiento de un vida programada en la que debe guardar las apariencias en todo momento. Carla interpretada por Valeria Bruni Tedeschi (Munich), es sin dudas el personaje más consistente de El Capital Humano por que encarna a las personas esclavizadas se de un sistema injusto.

Los Bernaschi son el símbolo de una sociedad decadente, de gente cansada, sin respeto por el pasado, en donde el amor no es importante debido a que todo se compensa con dinero y en donde las inversiones son las que le dan sentido a una vida en donde solo importa el status.

Massimiliano (Guglielmo Pinelli), el hijo mimado típico, que entra en crisis al no ganar un premio escolar que dejará contento a su exigente padre. Entonces se emborracha en una fiesta de alto nivel. Más tarde lo ira a buscar Serena (Matilde Gioli) con Luca, un joven artista, drogadicto y sin ambiciones que es despreciado por los demás.

Los tres jóvenes se involucran en un accidente tipo Martin Larraín, en donde se deja a un hombre atropellado morir por no asumir la culpa. Empiezan las acciones de extorsión del aproblemado Dino para salvar su pellejo, sin importar lo que le pueda afectar a su hija.

Después de una serie de acciones de dudosa procedencia, la familia más decente de la región sigue produciendo dinero y Giovanni vuelve a tener el control y las cosas siguen el orden establecido. La cinta deja la moraleja de que para mantener las apariencias, todo tipo de acción se justifica, sin que se piense en las consecuencias para las demás personas.

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