El Último Baile: “la encrucijada y la gloria de una dinastía”

La historia de éxitos de Michael Jordan y miss Chicago Bulls

Lun 18 mayo, 2020 - Diego Montanari
Etiquetas: Chicago Bulls El Último Baile Michael Jordan Netflix Valentina Armijo

 

 

Comenzamos con un Michael Jordan de espalda, maduro, en su hogar, sentado mirando por la ventana hacia el horizonte que guía el mar, y luego vemos a uno joven, serio, concentrado, con energía. No mucho ha cambiado pero aquel joven parecía no saber qué sucedería, solo demuestra preocupación y determinación en una entrevista realizada cuando arribó a los Chicago Bulls. “Espero que yo, el equipo y la organización podamos construir un programa así”, dice un joven Michael con una sonrisa y ojos llenos de anhelo que mantiene hasta la actualidad.

 

“El Último Baile”, la serie original de Netflix con dos capítulos de 51 minutos liberados cada domingo, se suponía que vería la luz en junio, pero debido a la pandemia ESPN decidió que su estreno fuese en abril. En buenahora, podemos ser espectadores -de forma muy íntima- de la gran trayectoria de los Chicago Bulls luego de que Michael Jordan se les uniera, siendo bendecidos con victorias año tras año en los tiempos dorados del equipo, los 90’s. Pero también podemos ser testigos de los dramas que comenzaron a rodearlos cuando el éxito de los jugadores no fue suficiente para quienes hacían los negocios.

 

Con fragmentos de grabaciones inéditas, entrevistas antiquísimas y actuales, disfrutamos de un gran momento para el básquetbol estadounidense y de los testimonios de algunos jugadores que hasta el día de hoy son íconos como lo es Michael Jordan. Michael Jordan. Un atleta tan reconocido que posee una línea de zapatos que incluso él usa. Hizo invictos a los Bulls por siete años con su llegada y con su metro y 98 centímetros. Conocemos a un joven Michael desde que su carrera despegó en el que se evidencian enseñanzas de vida que pueden ser la riqueza de muchos. Es fácil verlo y sentir admiración, pero pronto nos damos cuenta, que es una fuerza diferente. Se demuestra el esfuerzo, la perseverancia, la dedicación, el impulso y la fuerza de voluntad como sellos propios del atleta. No salía de fiesta, jugaba, descansaba y volvía a entrenar. Era todo lo que necesitaba. Eso y a Scottie Pippen, el segundo mejor, poco reconocido por el mundo, pero el mejor compañero de todos los tiempos, según lo dijo Jordan.

 

 

Como primer capítulo, iniciamos en 1991, cuando los Chicago Bulls ganan su primer campeonato de la NBA. Nos invade una pegajosa canción de rap y grabaciones del ambiente noventero mientras avanzamos a través de ellos victoria tras victoria hasta la temporada entre los años 1996-1997. Llevaban cinco títulos de la NBA ganados, pero quienes hacían negocios consideraron no ir por tor título. En vez, ir por una necesaria reconstrucción, aunque en ella no se encontraba el entrenador del equipo, Phil Jackson. El némesis -aparentemente de todos- Jerry Krause, gerente general de los Bulls no era visible entre tantos hombres altos y exitosos y no le agradó: menospreció a los jugadores diciendo que ellos no ganaban, sino la organización como tal y vio a Jackson como reemplazable. Michael Jordan podía hacer oídos sordos con respecto a lo primero, pero si se iba Jackson, Jordan también. “Tengo opciones”, señaló el atleta en una conferencia de prensa.

 

Presenciamos tensiones como aquella declaración anterior, pero más allá de ese “último baile” -como lo llamó el entrenador Jackson- se incluyen pequeños relatos de sus vidas. No es necesario gustar del deporte o del deportista, a cualquiera le llega la vida que tuvo Scottie Pippen creciendo, o la excéntrica y divertida vida de Dennis Rodman, un jugador poco convincente. Y también vemos y escuchamos a Deloris Jordan, madre de MJ.

 

Las grabaciones inéditas son muy especiales, quizás tanto como las entrevistas del presente. A pesar de no ser un espectador fiel del deporte o de los atletas, es posible entender qué sucedió y sentir que conoces de forma más personalizada a aquellos hombres que marcaron por siempre el universo del básquetbol.

 

Poco a poco conocemos un lado bueno y uno no tan bueno de todos, tal como lo fue “El Último Baile”. Una historia agridulce, de la que se pueden rescatar memorias y grandes legados.

 

“El Último Baile” es una nostálgica historia en la que nos vemos inmersos en atletas que trascendieron más allá del deporte, que dado su talento estuvieron en lo más alto de sus carreras y por su carisma, en el más alto pedestal de muchas personas alrededor del mundo. Pero, por otro lado, también significa la desafortunada decadencia de un gran equipo. Es innegable la presencia de Michael Jordan, quizás sea la única razón por la que muchos la han visto o la verán, pero como él mismo lo dijo en esos años es un esfuerzo de equipo.

Un último baile se aprovecha y definitivamente los Chicago Bulls lo hicieron, pero antes de ver el último impacto es necesario viajar en el tiempo.

 

 

Por Valentina Armijo

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