Dirigida por el comediante y guionista Jordan Peele
Mar 09 mayo, 2017 - Diego Montanari
Esta película ha resultado ser todo un inesperado fenómeno en los Estados Unidos, también la crítica y el público han dado a conocer esta realización del debutante Jordan Peele en la dirección, gracias a un boca a boca mediático. ¿Qué hace tan especial a esta cinta?, ¿Realmente cumple como un relato de terror?
Primero hay que presentar al hombre que escribe y dirige esta original propuesta: Jordan Peele. Este comediante es famoso por el programa de sketchs “Key and Peele”, el que hacía junto a su amigo Keegan-Michael Key para el canal Comedy Central. Los momentos humorísticos que ellos presentan son de un humor muy absurdo y delirante. Tuvieron un buen recibimiento del público, y el año pasado estrenaron su primera comedia “Keanu”. Uno de sus mejores sketch a continuación:
Con la película ¡Huye! El guionista y director ha contraído un relato tanto original, como irónico que ridiculiza, asusta en pequeñas dosis, pero que habla del racismo hacia los afroamericanos de una manera única y original. Con el uso de comedia negra, y una idea con guiños a cintas de terror clásicas, esta cinta logra satirizar el racismo actual, incluso después que de presidentes como Barak Obama hayan estado al mando de la Casa Blanca.
La historia sigue a Chris (Daniel Kaluuya), un hombre afroamericano, quien tiene una relación interracial con Rose (Allison Williams). Un fin de semana deciden ir a visitar a los padres de ella, los que no tienen idea que él es una persona de color. Al momento de conocer a sus suegros, el protagonista empieza a captar que existe algo muy siniestro y oculto en ellos, sobre todo hacia las personas de tez diferente.
No hay que hondar mucho más en la premisa, ya que más vale saber lo menos posible sobre esta historia, para así disfrutarla mejor. Pero lo que sí se puede decir es que el argumento es muy original, y que logra cautivar al espectador para que descubra la misteriosa conspiración que rodea a esta familia.
El metraje no es perfecto, y tiene una serie de clichés del género de terror, pero los giros y el tema de fondo que trata esta realización, son motivos suficientes como para darle una oportunidad. Esto se debe en parte a que el guion mescla muy bien momentos de tensión, de terror, y de comedia negra. El personaje de LilReal Howery, quien interpreta al mejor amigo del protagonista, es lo más cómico de toda la cinta, y le da un balance a la fórmula.
La trama posee una serie de giros que se van volviendo cada vez más delirantes conforme los secretos de esta familia van saliendo a la luz. Pero lo que hace que la propuesta sea aún más disfrutable, es que el espectador sigue mucho a un protagonista con el que se empatiza super rápido, por lo que llegar a sentirse triste, o alegre según lo que le pase es muy entretenido.
Respecto a lo que pueda o no asustar de la cinta, la verdad es que no es un miedo concentrado en un susto fácil, pese a que posee un par de “Jump scares” que pueden pillar a alguien desatento, la realización no cae en generar miedo fácil, sino que evoca un terror más situacional tanto por lo que vive el protagonista, o las turbias adversidades que lo rodean. Aparte del hecho de ser una película que habla del racismo con una sátira muy marcada.
Y es el conjunto de elementos tan bien ejecutados que vuelven a esta delirante cinta un deleite, puesto que combina una crítica social con humor negro, y a la vez hay un terror bastante original de trasfondo. Esta película es única, y vale la pena echarle una mirada sabiendo lo que menos puedas sobre ella.
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