The Hater: “Un caótico y perverso portal a la desinformación digital”

Frío. Frío como hielo. La fotografía, los personajes, la trama, el thriller, el drama. El […]

Mar 18 agosto, 2020 - Diego Montanari
Etiquetas: Jan Komasa Netflix The Hater Valentina Armijo

Frío. Frío como hielo. La fotografía, los personajes, la trama, el thriller, el drama. El internet. Una de las armas más despiadadas, poderosas, y la más rápida en hacer arder -en el mal y buen sentido- un encabezado. Esta producción cinematográfica se especifica en mostrar cómo las campañas de desinformación funcionan y cómo fácilmente podemos adaptarlo a nuestro territorio y el impulso que proveen las redes sociales. Y de igual manera, se nos permite ver su nacimiento. Los motivos personales que pueden impulsar que esta cadena de dominós caiga y arrase con lo que pueda y se quiera, como el político polaco Pawel Adamowicz asesinado a comienzos del 2019. Este hecho fue una suerte de predicción y la película fue retrasada hasta marzo de este año.

En el filme de origen polaco escrito por Mateusz Pacewicz y dirigido por Jan Komasa, presenciamos cómo un joven logra entrelazar su vida personal con la política, todo esto mediante medios digitales. Resentimiento, venganza, autoestima, son algunas variables que motivan al protagonista a usar aquellas herramientas. Él se siente decepcionado y alienado, mas no demuestra vergüenza o arrepentimiento en sus acciones.

Durante toda la película se murmura que algo está por suceder, ya que el protagonista sin dudas es bastante particular. Enseguida es una mala impresión. Tomasz (Maciej Musialowski) es expulsado de la facultad de derecho por plagio. Tras esta falta no hay vuelta atrás, y luego de que sus disculpas y súplicas son rechazadas, se inclina a sacar de su bolso un libro que le entrega a la profesora presente pidiéndole un autógrafo. No es necesario preguntarse, esto sí es extraño. A continuación, visita a amigos de la familia quienes lo ayudan económicamente. Les miente contando lo bien que su primer año académico va. Parece ser una cena amena hasta que debe irse y al salir tras la puerta con sus audífonos oye lo que dicen de él: dejó su teléfono para espiarlos. No es nada bueno: perturbador, mala colonia, y no saber cómo comerse un camarón es un poco de lo que dicen sobre este joven.

Pese a que se indica que proviene del campo, Tomasz posee conocimientos sobre la tecnología que lo ayudan a seguir espiando y a involucrarse sin ser descubierto. Se muestra a un personaje probablemente muy complejo sin saber cómo fue antes, lo que sí se asevera lo capaz y determinado que puede llegar a ser cuando no es bien recibido. Lo que sea para mimetizarse e involucrar a quien sea para lograr cambiar cómo es visto. Ya que su futuro educacional es incierto, busca un departamento y para pagarlo consigue un empleo en una empresa que se encarga de potenciar o apagar un ente influenciador. Es aquí donde Tomasz se abre camino para encontrar su éxito social.

Detrás de este sensacionalismo, se nos revela algo que de pensarlo, se clarifica. Cada año nos adentramos más y más en el mundo de las noticias falsas. ¿Quiénes están detrás de estos movimientos? Buenos o malos, existen consecuencias.

Por Valentina Armijo

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